Opinión

Entidades en mora

03 de febrero de 2020

 Estamos en pleno siglo 21 y pareciera que algunas entidades estatales todavía no se han dado cuenta y caminan de espalda hacia el progreso. Desconocen que el reto de hoy es ser amigable con la población a la que se le brindan, sin embargo se niegan a ser eficientes. Y esto es imperdonable.

Tengo dos ejemplos. La Caja de Seguro Social y el IDAAN. No logran aplicar normas que muestren su capacidad de cumplir a satisfacción con en el servicio que brindan precisamente porque no logran entender que la tecnología informática existe para facilitar su trabajo en ambas direcciones.

Es inconcebible e irresponsable que pareciera que nada hacen para remediar esta situación. No es posible que en esta materia el IDAAN sea tan obsoleto sin que ellos mismos sientan vergüenza. Si usted paga su factura un día después del plazo que ellos asignan, treinta días después a usted le entregan “en la rejilla de su residencia” un recibo sin actualizar.

Cuando la inmensa mayoría de las entidades y empresas que brindan un servicios envían toda su facturación vía correos electrónicos, esta institución aún reparte la mayoría de sus recibos utilizando “el correo a caballo”. Adicional, nadie entiende por qué aplican recargos a su facturación.

Y en la Caja de Seguro Social se han ensayado muchas alternativas para modernizar las citas médicas, pero al final del camino “ni fú ni fá”.

Todo sigue igual. Se quedaron en el siglo pasado. Una incapacidad total y peor aún es el escarnio al que es sometido el asegurado con una “atención” a nivel de “favor” en vez de un “derecho adquirido”.

Adicional, es una vergüenza que mientras un paz y salvo nacional de la DGI se obtiene tocando una tecla en la computadora y sirve para cualquier transacción, en esta entidad hay que llenar un formulario, llevarlo hasta Clayton pagar, esperar, y al final, el mismo sirve para una sola gestión.

Euclides Corro 
[email protected]
* El autor es periodista. 

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