Opinión

La funcionalidad institucional

27 de enero de 2020

El desarrollo económico y social de los países tiene que ir acompañado de un adecuado funcionamiento de sus instituciones en los diversos estamentos del mismo.

Las acciones desarrollistas tienen que hacerse dentro de un orden jurídico, político y administrativo ordenado y consecuente con la estructura dictadas por las leyes aceptadas por la sociedad que pretende crecer para promover el bienestar de todos los ciudadanos en dicha sociedad.

La organización institucional en los países debe estar en constante proceso de fortalecimiento y modernización a fin de mantenerse en capacidad para apoyar las acciones de desarrollo nacional.

Las instituciones deben ser provistas de suficientes recursos económicos, financieros y humanos para sostener sus actividades de forma eficiente y eficaz. Al mismo tiempo, deben ser vigiladas para que no sean contaminadas por acciones de corrupción y mala administración, lo que siempre atenta contra el buen funcionamiento de las mismas.

En Panamá, por efectos de una pésima administración pública en el gobierno pasado, la institucionalidad ha caído en una precaria situación que requiere adoptar medidas urgentes para su recuperación a corto plazo. No se puede continuar con una funcionalidad institucional que no tiene la capacidad ni solvencia para enfrentar los retos que el país tiene en estos momentos. 

El nuevo gobierno nacional debe tener en su agenda varias tareas prioritarias en este sentido, a fin de lograr la reactivación económica necesaria para emprender y sostener programas de desarrollo social que lleven a reducir la pobreza en el país, al mismo tiempo de ofrecer los servicios públicos de forma adecuada.

* El autor es ingeniero. 

Cristóbal Silva
[email protected] / Twit: Cristobalsilva3 / Facebook: Cristobal Silva

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