Opinión

El inaplazable Hospital del niño

10 de diciembre de 2019

Escuché hace unos años al Dr. José Renán Esquivel hablar con vehemencia de su hospital; el del niño, ubicado en la ciudad de Panamá, hoy venido a menos.

Este hospital ve años tras años lo infructuoso que ha sido la construcción de una nueva sede, urgida por la demanda de la creciente población infantil de país. Desde el 2004 fue evaluado y dictaminado como una estructura “Enferma”, por lo que 2014, se realizó la primera licitación, las empresas perdedoras presentaron reclamos, se canceló la licitación y se procedió a crear una segunda ese mismo año, pero surgieron problemas con el terreno en el que se iba a construir, los cuales eran considerados patrimonio histórico.

En el 2018 se intenta de nuevo y se cancela, por tercera vez. En 2019 se presentó una nueva licitación, pero nuevamente el perdedor presentó un recurso en contra del ganador, retrasando nuevamente la construcción.

Se anunció una nueva licitación. Se trata de un acto público por mejor valor cuyo precio de referencia fue fijado en 558 millones 747 mil 206.51 que incluye la “Construcción, equipamiento y mantenimiento correctivo y preventivo del nuevo Hospital del Niño, la maternidad del Hospital Santo Tomás y áreas anexas, restauración de los jardines y del edificio La Abeja y nuevamente se declara fallida.

La misión de este centro hospitalario es la de ofrecer servicios de atención pediátrica, con calidad y humanismo, haciendo énfasis en la solución integral de problemas de alta complejidad. Es el mejor hospital pediátrico del país. Único; con una unidad de quemados y diversas especialidades pediátricas.  

Las cifras de atención son impresionantes: 121,380 pacientes atendidos en consulta externa especializada 13,353 pacientes admitidos, 29,921 Tamizaje Neonatal y 94,052 pacientes atendidos en cuarto de urgencias, Todos durante el año 2018. Con estas cifras se hace impostergable la construcción del nuevo Hospital del Niño para atender el tesoro de cualquier país; sus niños.

* Periodista. 

Melquiades Valencia
[email protected]

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