Opinión

Dieta navideña y arrepentimiento

09 de diciembre de 2019

Al llegar las fiestas de fin de año, se inicia la época en la que acostumbramos a comer no solo más, sino también comida poco usual. Trataremos de dar algunas recomendaciones que eviten el arrepentimiento posterior al mes de diciembre.

En realidad, la comida navideña suele ser muy alta en calorías, sobre todo por su alto contenido en grasas y licor. Si a esto añadimos que las reuniones por la época (Navidad, graduaciones, fiestas de las oficinas, etc.) son mucho más frecuentes, la situación se agrava más. 

La primera recomendación es que tenemos que saber que esta comida tiene un alto contenido calórico. Por ejemplo: una porción de jamón puede llegar a tener 600 calorías; una de arroz con guandú, 500 calorías; un tamal mediano, hasta 300 calorías; la ensalada de papas (con mayonesa), 450 calorías; y el puerco asado (con «gravy»), 550 calorías.

Cuando decimos una porción, en general, nos referimos a lo que cabe en la palma de nuestra mano. Si a esto añadimos el ron ponche (400 calorías/copa), turrón (200 calorías/porción), dulce de frutas (350 calorías) y una porción de rosca de pan (250 calorías). Una cena navideña puede llegar a tener el doble o triple de la cantidad de calorías que normalmente ingerimos en un día completo en otra época del año.

Todos los días, recuerde este listado de calorías y téngalo presente antes de servirse la comida en el plato. Después de este «golpe de realidad», debemos hacer algo para evitar el «arrepentimiento» posterior.

Las recomendaciones que podemos hacer son servirse la comida en un plato pequeño, no repita (por muy buena que esté), tome mucha agua antes de servirse y evite el exceso de alcohol. Es importante incluir vegetales en la dieta. Aunque las almendras, nueces, etc., tienen alto contenido de «grasas buenas», también tienen un alto contenido calórico que hay que tomar en cuenta. Trate de evitar los dulces o, al menos, no coma de todos. Cumplir con todas las invitaciones no quiere decir que tiene que comerse toda la comida. Siempre piense en cómo se sentirá al día siguiente, pero piénselo antes de comerse el plato entero.

Por otro lado, está la costumbre de guardar el sobrante para el desayuno del día siguiente. Por lo que una cena alta en calorías se convierte, también, en un desayuno abundante. Trate de compartir el sobrante con otras personas en la reunión y evite guardar mucha comida. Si lo hace, recuerde que debe estar herméticamente cerrada y refrigerarla de inmediato. No deje la comida sin refrigeración durante la noche.

La buena noticia es que si haces ejercicios diariamente desde ya, Podrás comerlos sin tanto recargo de conciencia porque podrías mantener el peso más fácilmente. 

Prevenir o sufrir.

Miguel Antonio Mayo 
[email protected]/ @mayogastro

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