Opinión

El goteo vergonzoso

19 de noviembre de 2019

La mesa está servida para  que la sociedad panameña irrumpa en un choque económico y social sin precedentes por el llamado “varelaleaks”, que inunda todos los medios de comunicación, que gotean datos, informaciones, nombres, negocios, funcionarios, gobiernos y Estados que fueron manipulados. 

Aun no alcanzo a ver las posibles consecuencias de estos actos en la que los poderosos  se coligen, se agrupan como mafiosos, para utilizar el poder político y las herramientas del Estado panameño para provecho propio, lesionando  adversarios políticos, torciendo la justicia, pruebas legales o entorpeciendo el curso de la  ley, manchando reputaciones,  incluso utilizar los mecanismos diplomáticos y el poder del Estado para impedir que  empresarios realizaran inversiones  ,en detrimento de los pobres del país .

“Eso no tiene perdón de Dios”, dirían en mi humilde, pero decente pueblo. Este fenómeno a través de las redes sociales conocida como WikiLeaks  o goteo, tuvo su origen diciembre de 2007, cuando  WikiLeaks ; una organización mediática internacional sin ánimo de lucro que publicó a través de su sitio web, informes anónimos y documentos  con contenido sensible en materia de interés público, entre ellas publicó el manual de la Armada de Estados Unidos para los soldados que se ocupaban  de los prisioneros e en la Bahía de Guantánamo en Cuba.

Ahora que sale del gobierno el Presidente Juan Carlos Varela, se filtra en las redes de comunicación una serie de conversaciones por whatsap, emitida a través del teléfono del expresidente, que dan cuenta ataques a empresarios, diplomáticos, diputados, periodistas y a cualquiera que se les interpusiera en su camino y sus ambiciones.

Por ahora no se conoce con certeza el origen ni los autores de este goteo de mugre proveniente de las comunicaciones del expresidente, pero ello conllevó a la renuncia del primer alto cargo del Estado panameño en materia judicial, la Procuradora General de la nación, y se espera que en futuro cercano otros respondan por sus acciones a todas luces al margen de la ley y las simples reglas de convivencia en una sociedad moralmente sana.  Esto es vergonzoso.

Melquiades Valencia 
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* El autor es periodista. 

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