Opinión

Apostemos por la decencia

28 de octubre de 2019

Que hay desesperación porque el impacto económico del nuevo gobierno aún no se percibe en todos los sectores, lo entiendo.

Lo incomprensible es que se esté demandando un cambio radical a un gobierno que apenas está iniciando su gestión.

Los panameños debemos mantener nuestra esperanza y permitir que la  administración de Nito Cortizo, y esto es importante decirlo, dedique su mejor  esfuerzo para rescatar la economía de nuestro país, la cual fue destruida por el gobierno de su antecesor.

Es lógico pensar que después de la debacle heredada, muchos creyeron injustamente que era cuestión de llegar con una “varita mágica” para resolver la crisis económica de los últimos cinco años. Desafortunadamente no es así y ahora será necesario dedicar un gran esfuerzo para resolver la problemática heredada.

De igual forma, el asunto no es cuestión de ponerse a llorar, sino todo lo contrario. Entender que el país necesita de la capacidad e inteligencia de todos sus componentes económicos, políticos y sociales, para producir desarrollo. No hay fórmulas espontáneas. Se requiere de mucho trabajo y que todos lo hagamos en forma certera y sin demagogia.

Reitero, esto no se logra de un día para otro. Hay que identificar las carencias y deficiencias. Promover un plan nacional que nos involucre a todos como país, en la certeza que esa activación nos devolverá la confianza y solo entonces, se generará la actitud de ser competitivos y eficientes.

Y como bien señalara el presidente Nito Cortizo recientemente, “nuestras acciones han estado encaminadas a reactivar la economía de nuestro país, desde pagos atrasados hasta atraer inversionistas internacionales que potencien a Panamá”.

De eso se trata. Es necesario dialogar, buscar objetivos comunes, dejar el juega vivo a un lado, entender que si no nos sumamos a la tarea de recuperar el país decente que todos anhelamos, se irá al traste el mejor esfuerzo e intenciones de un nuevo gobierno que está luchando contra una herencia pesada y difícil de cargar.

Euclides Corro 
[email protected]

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