Opinión

El taburete de Nito Cortizo

25 de septiembre de 2019

El presidente de la República  Laurentino ‘NIto’  Cortizo en la toma de posesión en el Palacio de las Garzas señaló un taburete en el recinto que ostenta la majestad de país, como una muestra, una semilla de humildad, modestia y recato del nuevo mandatario. “Allí está el taburete, para que no nos olvidemos de dónde venimos”, reitero el Presidente. Un taburete es una silla rústica de madera y cuero del campesino panameño. 

En República Dominicana el expresidente Joaquín Balaguer bautizo el sillón presidencial como la “silla de los alfileres”, con muchos aspirantes con deseos de ocuparla, a pesar que los alfileres cada vez eran más peligrosos y puntiagudos, que pinchaban cada día a su ocupante, que ocasionan  incomodidades a los que logran poseerla aunque sea temporalmente.

En el afán diario me encontré con un veterano luchador sindical y social con un dejo de cansancio y resignación. Me dijo de que venía andando de despacho en despacho de Ministros de Estado, Diputados, Alcaldes y Representantes de Corregimientos de nueva data, recién electos y al parecer ninguno lo escucha y los que se encontró en el camino, tenían una excusa para evadir los temas que le preocupan y que lleva documentado en alforjas por doquier. Mirando al vacío dijo…  “les falta el taburete”.

 El presidente Cortizo narró que en campaña un campesino le corto el camino de salida y le dijo: “Mire, Nito. Si usted algún día llega a ser Presidente, por favor fíjese qué tiene esa silla en la Presidencia, porque yo no sé qué le pasa a los Presidentes cuando se sientan en esa silla, algo debe tener.  Cuando usted llegue a la presidencia, yo le voy a regalar un taburete para que no olvidemos de dónde venimos".

Hoy   los funcionarios de mandos medios, los que están debajo del Presidente de la República, se han endiosado, son petulantes, la vanidad los consume, se empinan por encima de sus electores y sus deberes…deberían emular a Nito y conseguirse un taburete para recordarle su origen y a quien se deben…

Melquiades Valencia 
[email protected]
* El autor es periodista. 

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