Opinión

Almendras amargas

03 de septiembre de 2019

 Era inevitable:  el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados.

- preludio de “El amor en los tiempos de cólera”, de Gabriel García Márquez, escritor-.

Nada importa más que nuestro éxito, entablando una lucha denodada por nuestra supervivencia, A veces es complicado o elemental, y frecuentemente inmolamos nuestro amor propio en el intento en discurrir que estamos haciendo.

El éxito nos llena de confianza y bienestar, creando un sentimiento sustentable en el tiempo, pero, existen momentos que estos resultados nos pueden confundir, es ahí donde dejamos a un lado los procesos tradicionales, poniendo en práctica nuestra astucia y pericia, con ánimo perturbado de no mirar hacia atrás.

Cada quien sabe que “Lo peor ya ha pasado”, pero dentro de nuestro entusiasmo albergamos sentimientos fraccionados, desconectados que no se desplazan de forma homogénea, un pretérito que nos encadena y un futuro que se vuelve una asechada maquiavélica de jerigonza con algo de verdad que nos convence que aunque el resultado no sea inmediato, debemos estrenar libertad.

“Mañana es víspera del día después, pasado flores en el velorio”- Joaquín Sabina-

Ernesto MaytÍn III
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*El autor es docente.

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