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La mascarilla, un asunto de vida o muerte

08 de abril de 2020

Las autoridades sanitarias de Panamá comunicaron este martes a la población la “obligación” de usar mascarilla de “doble o triple capa” al momento de salir a la calle, como una de las nuevas medidas de mitigación del COVID-19.

Esta indicación responde a la evolución de la epidemia en el país y las recomendaciones de los expertos médicos, científicos y sanitarios, que revisan permanentemente los protocolos y medidas de prevención contra el COVID-19 y su propagación.

Según ha ido evolucionando el conocimiento de los mecanismos de contagio del nuevo coronavirus que ha provocado esta pandemia, con más de 180 países afectados, los especialistas incorporan mejores y más completos protocolos de protección de la población, como, ahora, las mascarillas.

Ante la posibilidad de no de encontrarlas en el mercado, el Ministerio de Salud (MINSA) ha divulgado instrucciones para elaborarlas en casa, con el mensaje de que todos deben reforzar las medidas de prevención adoptadas para preservar la salud propia y de otros. 

Pueden ser de tela, algodón es lo que se recomienda, y deben lavarse después de cada puesta. Aunque no son un aislante total, son una barrera adicional contra el virus, sin desatender otras indicaciones, como lavarse constantemente las manos y evitar el contacto con la cara. 

El MINSA explicó que la mascarilla tipo ‘N-95’, de uso hospitalario, debe reservarse para el personal de salud que atiende en los cuartos de urgencias, en las unidades de cuidados intensivos y en contacto directo con enfermos de COVID-19.

Son escasas en estos momentos y si la población las sigue utilizando de manera indiscriminada, pone en riesgo al personal de salud asignado a las áreas de atención de pacientes, ha recalcado con dureza. La mascarilla, que ya era de uso regular contra el COVID-19 en muchos países asiáticos, como Japón y China, donde primero irrumpió el brote, no se consideró inicialmente una recomendación contra el contagio y la misma Organización Mundial de la Salud (OMS/OPS), que está dictando lineamientos sanitarios para controlar la pandemia, la ha dejado a discreción de las autoridades nacionales.

En Panamá, la medida llega después de observar su incidencia en los países o regiones con los mejores resultados en la gestión de la contaminación y al establecerse definitivamente en nuestro territorio el contagio comunitario. La mascarilla, ha explicado el MINSA, sirve tanto más para no diseminar el virus, de parte de aquellos enfermos que no presentan síntomas, que para evitar “respirarlo”, aunque las evidencias más recientes apuntan a que también frenan o disminuyen la carga o fuerza del contagio.

La ministra consejera de Salud, Eyra Ruiz, ha sido la vocera de esta nueva directriz, encaminada, reiteró, a detener la propagación masiva de un virus altamente contagioso del que todavía no se conoce toda su naturaleza.

"Si no hacemos caso, se van a llenar los hospitales a tal punto que no vamos a poder atender a todos los enfermos... En este momento todavía tenemos capacidad y al personal, los equipos y los insumos. Están los (cuidados) intensivos llenos con algunos espacios en el interior del país”, recalcó la ministra sobre el escenario que se quiere evitar.

Aunque se cuenta con que próximamente estará listo el hospital modular y hay otras opciones que se están sopesando para que Panamá pueda hacerle frente a esta pandemia, lo más importante es seguir las indicaciones de las autoridades: quedarse en casa, lavarse las manos y, desde ahora, utilizar mascarilla.

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