Nacionales

Testimonios de la cuarentena en El Chorrillo

01 de abril de 2020

El gobierno panameño distribuyó este miércoles miles de bolsas de comida en barrios populares del país, en medio de la crisis provocada por el nuevo coranavirus que obligó a cerrar empresas y negocios, y amenaza con afectar gravemente a la economía.

La entrega de alimentos desde el martes en la capital de Panamá es parte de distintas medidas implementadas por el gobierno de Laurentino Cortizo, que también decretó una cuarentena total para paliar el impacto inmediato de la COVID-19. En el país ya se registran 1.317 contagios y 32 muertes.

"Yo tenía un recursito por ahí, (pero) estamos sobreviviendo, como se dice", dijo a la AFP Urbano Ureña en su humilde vivienda de El Chorrillo, un antiguo barrio pesquero de la capital panameña que tiene 20.000 habitantes.

El barrio, contiguo al casco antiguo donde está la Presidencia ha sido golpeado en el pasado por la invasión estadounidense de 1989 para capturar al exdictador Manuel Antonio Noriega. 

Hoy, a los castigos de la pobreza y la violencia de las pandillas se suma el impacto del coronavirus, que ya ha contagiado a ocho personas en el barrio.

La esposa de Ureña vacía sobre un colchón cubierto por una vieja sábana la bolsa de productos enlatados, aceite, sal, avena en hojuelas, leche, café y pasta.

"Seguimos para adelante para ver qué puede pasar", dice Ureña en una habitación donde vive con su esposa e hijo, y que es, dependiendo de la hora, sala, comedor o dormitorio.

Por la cuarentena, los comercios están cerrados y muchas empresas obligaron a sus trabajadores a tomarse vacaciones. La inactividad hace temer un aumento considerable del desempleo y anticipa una desaceleración importante en la economía.

"Son tiempos difíciles, son tiempos de guerra, que va a durar meses, muchos meses", afirmó el martes el presidente de Panamá.

Pese al reparto de alimentos, María Aria, una vendedora de plátanos en El Chorrillo, cree que Cortizo "no ha hecho nada" para paliar la crisis, dijo a la AFP. 

"El presidente no se ha parado como es, no nos deja salir, no tengo casa y tengo que vivir de algo. Yo vivo recogida con una amiga, no me falta la comida pero yo necesito una casa donde vivir", se quejó.

Otra de las medidas del gobierno, que pretenden alcanzar a un millón de personas, es la entrega de un bono de 80 dólares dividido en cuatro pagos para alimentos y medicamentos.

"El gobierno como siempre se demora pero brinda su ayuda; tarde pero llega", dijo agarrada a la puerta de hierro de su casa Kiara Ojo, quien pasa la cuarentena jugando a las cartas y al bingo y viendo películas con sus hijos.

Sin embargo, el director de la Policía, Jorge Miranda advirtió que pese a los "mejores esfuerzos" de llevar la ayuda, hay saqueos y algunas alteraciones del orden público cerca de los supermercados. "Es la mayor amenaza del país", dijo.

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