Editorial

EDITORIAL : Accidentes que se pueden evitar

12 de agosto de 2019

 Si las demoras en las autorizaciones relacionadas con las distintas fases que demanda la ocupación de un inmueble en Panamá obedecieran a la observancia estricta de buscar la protección de la vida de quienes vayan a residir en él, este sería el país más seguro del mundo.

Pero en la percepción de quienes deben tramitarlas más bien se trata de llevarlas por meandros dilatorios que poco tienen que ver con la calidad misma de dichas construcciones.

Por eso, más que hallar justificables las causas invocadas de los accidentes que con frecuencia se registran en este tipo de propiedades, los ciudadanos acaban considerándola resultado de prácticas negligentes para obtener beneficios distintos a de los de los inquilinos.

Con frecuencia se presentan desgracias por cuenta de instalaciones mal hechas; sistemas sin revisión periódica; deficiencias que no se atendieron a tiempo; errores pasados por alto, controles que no se cumplen.

Y esto va desde el mantenimiento de ascensores hasta la hermeticidad en espacios con equipos a gas.

La calidad de vida de un país pasa de manera prioritaria por el hecho de que sus autoridades sean guardianes celosos de normas como estas.

Y a la tarea deben destinarse de manera proporcional recursos aportados por los contribuyentes, para que estos no terminen en víctimas de desgracias previsibles. 

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