Economía

Déficit fiscal de Panamá producido por la pandemia no debería afectar su grado de calificación

04 de junio de 2020

Si Panamá empieza a mostrar un programa creíble de consolidación de la macroeconomía, con una reducción importante todos los años del déficit fiscal y estabilización del ratio de deuda del PIB, esto no debería repercutir en su grado de calificación, aseguró Juan Pablo Ronderos, socio director de MAP Economic Advisors. 

Durante la presentación del “Estudio Latam, Panamá y Covid-19: entender las restricciones de política económica para diseñar la salida”, organizado por el Sindicato de Industriales de Panamá (SIP), el economista argentino dijo que “las calificadoras van a hacer todo relativo a los otros países y si se pusieran demasiado duras con las calificaciones, creo que no quedaría prácticamente ningún país porque la foto va a estar mala para todos”. 

Esto en relación a que los indicadores proyectan que Panamá tendrá un déficit fiscal aproximado de 7%, según especialistas en la materia.

Para Ronderos, la recuperación del crecimiento es una buena noticia porque afirma que la única manera de estabilizar las variables fiscales y la deuda es creciendo. 

“Si Panamá muestra esa predisposición, voluntad y capacidad política para volver a números normales, me parece que eso no debería repercutir en el grado de inversión”, puntualizó.

 

Situación del turismo

El profesor de la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina, explicó que la economía sufrirá el impacto de la reducción del turismo, el cual se proyecta que tarde entre 18 a 36 meses, para volver al nivel en que estaba antes de la pandemia. 

“La buena noticia para el Caribe es que los países con altas temperaturas y el turismo de playas, pareciera que va a ser más rápida la recuperación”, expresó. 

Asimismo, el socio director de MAP Economic Advisors dijo que posiblemente en el sector de la aviación habrá una consolidación en muy pocas empresas, fusiones, adquisiciones y salidas de compañías. “Vamos a ver aerolíneas más grandes con un sector con menos jugadores; sin embargo, esto dependerá del turismo”.

 

Resultados del estudio

Con la idea principal de que la región debe evitar una nueva década perdida, se presentó esta guía para el diseño de la política económica para enfrentar la crisis en lo inmediato, corto y mediano plazo, donde el expositor Juan Pablo Ronderos de MAP explicó las estimaciones que prevén una contracción de -5.8% en la economía de América Latina en el año 2020, convirtiéndose en la peor caída desde la Gran Depresión de 1930; superando el promedio de contracción global de -1.8% y la expectativa de -3.8% para Estados Unidos, resultando en un comportamiento económico similar al de la Zona Euro (-5.1%). 

Según este análisis, dicha contracción se debe a varias características propias de la región, que la hacen más vulnerable y endeble para enfrentar una crisis como la que se presencia actualmente.  

Entre estas características se encuentran:

- Una economía que ya venía con problemas. Latinoamérica registró en el período 2015-2019 el peor desempeño en 40 años en términos de crecimiento (0.4% de promedio anual, vs 3.5% global).

- Una situación social frágil. En los últimos años se registró un deterioro de la pobreza y un aumento de la informalidad, que borró parte del camino ganado entre 2004 y 2014.

- Vulnerabilidad externa. La región muestra una elevada exposición al escenario externo, dada su dependencia a los precios de los commodities, el ingreso de remesas, el turismo y el financiamiento externo.

- Instrumentos insuficientes: Muchas economías de la región cuentan con poca capacidad de respuesta de la política económica, dada la presencia de déficits fiscales previos. 

El MAP alerta sobre el riesgo de que la región transite una nueva década perdida, y plantea una guía para el diseño de políticas económicas orientadas a enfrentar la crisis, atendiendo distintos objetivos: 

- En lo inmediato (próximos dos meses), se debe evitar una destrucción masiva de valor, lo que podría implicar la implementación de cambios regulatorios temporales para que las empresas no cierren y mantengan a sus empleados en nómina. 

- En el corto plazo (segundo semestre), darle vigor a la recuperación para que el repunte económico sea más acelerado. Reactivar la economía requerirá una liberación inteligente de las restricciones sanitarias, por lo que activar la producción cuanto antes es clave, siempre y cuando se atiendan los riesgos sanitarios que van a perdurar. 

- En el mediano plazo (2021), desarmar aquellas políticas que puedan destruir los incentivos económicos para producir e invertir, de manera que la recuperación se sostenga en el tiempo.

Además, Rondero explicó como los gobiernos han implementado medidas fiscales y monetarias para contrastar los efectos adversos de la pandemia (y de las políticas de aislamiento social) sobre las economías. Pero el foco principal debe estar puesto en ayudar a las empresas para que mantengan a los trabajadores en nómina y puedan pagar sus salarios, y en compensar a las familias más vulnerables que pierden ingresos.

 

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