La forma correcta de tomar la temperatura

Por el Covid-19, no hay lugar en el que para entrar no haya que tomarse la temperatura primero, sin embargo, dependiendo del área, este dato podría no ser preciso. 

De acuerdo al doctor Fernando Castañeda, especialista en medicina familiar de la Policlínica de Bethania, lo ideal es que el termómetro, si es digital, apunte a la frente; de lo contrario, sería peligroso, ya que en otras zonas podría no detectarse la fiebre. 

Sobre los rumores de que la medición en la cabeza causa pérdidas de neuronas y otros males, Castañeda dijo que son falsos y “fake news para crear pánico”. 

También, afirmó que para conocer el nivel térmico del cuerpo son más precisos los termómetros para oídos, axilas, boca y recto. 

Otras partes 
En tanto, el infectólogo del Hospital Susana Jones Guillermo Kennion opinó que otra área en la que la medición se vuelve más certera es la mano.  

A su vez, explicó que la temperatura que reflejamos en el cuerpo es un grado por debajo de la que está en la sangre, es decir, si marca 37° en realidad es 38°, lo que ya sería indicativo fuerte de un estado febril. 

No obstante, Kennion comentó que este método, como forma de control del coronavirus, es poco útil, puesto que existen pacientes asintomáticos que pasan estos filtros. 

“Para mayor precisión, observamos si la persona respira con dificultad o muestra señales de enfermedad”, agregó Kennion.  

Seguir instrucciones 
El doctor José Moreno Castillo, infectólogo del Complejo Hospitalario de la Caja de Seguro Social, insistió en que seguir las instrucciones de estos instrumentos es vital.  

Resaltó que, a su criterio, los termómetros orales arrojan resultados más exactos, pero estos no se prestan para la situación pandémica. 

Bache tecnológico
En tanto, Christian García, CEO de SIA, empresa dedicada a sistemas de control de acceso de asistencia con reconocimiento facial, alegó que hay un “vacío de conocimiento en cuanto a la efectividad de estos mecanismos para medir la temperatura”. 

Según el tecnólogo, en sitios más concurridos y aeropuertos se han instalado los sensores infrarrojos, que intentan detectar la temperatura superficial en la piel.

“Son herramientas de muy baja precisión, por lo que hay que buscar alguna que brinde una mucho más alta, y eso puede costar cientos de dólares”.

Eliened Ortega Yángüez 
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