Cultura

Depresión navideña, ¿cómo descubrir si un amigo o familiar la padece?

12 de diciembre de 2019

Navidad es un tiempo de fe, amor y paz, pero hay quienes esta fecha les resulta difícil de sobrellevar, al querer vivirla de modo idealizado tal como se observa en las películas alusivas a la época o  en las publicidades y canciones. 

Otras situaciones que les dificultan el disfrutar las festividades decembrinas en su verdadero sentido, es que les llegan a la mente recuerdos de seres queridos fallecidos, se divorciaron o viven en otro país.  

A causa de estos factores la persona afectada es invadida  por un sentimiento de soledad y tristeza  que puede convertirse en depresión.  

La doctora Malaika Fagette Wilson, médico especialista en psiquiatría quien labora en la Policlínica Presidente Remón de la Caja de Seguro Social (CSS),  expresó que en la depresión navideña tiene mucho que ver las expectativas que se tienen y las experiencias previas. 

Indicó que la gente se prepara para ese día: arregla su casa, adorna el arbolito, compra regalos, prepara comida tradicional y lo esperado es estar alegres, recibir regalos, estar en familia y no todos están en condiciones para vivir esta realidad.  

Cuando esos escenarios no se cumplen, puntualizó, la persona se entristece y frustra, al no lograr el objetivo soñado. 

“Todos queremos estar alegres y en familia para Navidad, así que cuando eso no ocurre vienen las lamentaciones, la tristeza”, agregó. 

Explicó que la tristeza es un sentimiento que se desarrolla ante una pérdida, ya sea de un ser querido o material, la cual hay que diferenciar de la depresión. 

Wilson afirmó que normalmente se puede hacer frente a la tristeza, puesto que la persona buscará mecanismos para afrontarla, como distraerse con amistades u organizar actividades diferentes, puesto que aceptará lo que está ocurriendo y seguirá su vida normalmente. 

En cambio, detalló que la depresión tiene otras aristas ya que empezará a afectar áreas de la vida de la persona al ser la congoja más profunda,  lo que les llevará a socializar menos, aislarse,  estar callado; denotar cansancio, apatía, pérdida de vitalidad y sentirse irritable o hipersensible al escuchar música y todo lo relacionado con la Navidad. 

Desde el punto de vida laboral, acotó que podría disminuir la productividad y registrar ausentismo, y en el tema  salud,  puede presentar síntomas  como dolores de cabeza, falta de apetito, falta de sueño, tener quejas físicas de cosas que realmente no denotan una enfermedad propiamente dicha o  manifestar desbalances en enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión o asma. 

“En este cuadro depresivo, la persona no va a sentir placer por nada,  no va a querer hacer nada, lo van a invitar a las fiestas y no va a querer participar. Ante estas manifestaciones puede sobrevenir un peligro mayor, al desarrollar quien padece la depresión ideas de muerte o de intentar quitarse la vida”, manifestó Wilson.  

Subrayó que cuando se sienta con alguno de estos síntomas de depresión, busque ayuda profesional  a través de un psiquiatra o psicólogo.  

“En esta época uno quisiera estar compartiendo. Hay quienes quieren dejar de vivir, desaparecer, pues no es lo normal sentirse así y hay que buscar ayuda. Nos toca seguir adelante, hacer cosas diferentes, es el llamado que Dios nos hace. Dios nos exhorta a que seamos fuertes”, puntualizó. 

Uno de los sitios donde más se convive diariamente es en el trabajo, donde se está hasta por más de ocho horas desarrollando una actividad en equipo para el logro de un objetivo.  

Agregó, en caso de observar que un compañero de empleo o amigo esté sufriendo de depresión concluyó,  es importante acompañarle, mantener el contacto,  invitarle a pasar juntos la Navidad, si se encuentra solo o sola y decirles esta sencilla frase, pero tan importante: estoy aquí si me necesitas.

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