“Toño” Alessandría: un ejemplo de superación para los jóvenes

José Antonio Alessandría, propietario y fundador del reconocido negocio de ventas de partes de automóviles “El rastro de Alessandría”, reveló que cuando estalló la Segunda Guerra Mundial tuvo que separarse de su familia y desde entonces no ha parado de laborar.

Alessandría reveló que su primer trabajo fue dentro de una cantina, ubicada en Calle Estudiante, cerca del Instituto Nacional, sitio en donde se desempeñó por siete años, ganando cincuenta dólares por mes, de los cuales le enviaba veinte dólares a su madre, que seguía en Italia, junto a sus dos hermanos menores.
“Sin hablar español, tener experiencia, día libre, vacaciones, ni prestaciones, me quedé un buen rato pasando trabajo”, dijo Toño, como lo conocen sus familiares y amigos cercanos.

Hablar de la trayectoria de Alessandría es todo un desafío porque tras 88 años, bien vividos, se desempeñó como ebanista, dependiente de gasolinera, político, gerente del Hipódromo Presidente Remón, político y hasta ‘dealer’ del primer casino, en el Hotel El Panamá.

Inspiración

El empresario dio a conocer que siempre le ha gustado contar a sus nietos e hijos las anécdotas del viaje que lo transformó en el hombre que es en la actualidad, y a petición de ellos decidió plasmar sus memorias en un libro recopilatorio, que narra su vida en Italia, los mil y un oficios en Panamá, distinciones, reconocimientos, las altas y bajas del negocio.

Seguridad

Alessandría resaltó que está preocupado por el alto índice de delincuencia. “Estamos sufriendo todos de la inseguridad con los asaltos y robos, de los que no nos podemos escapar, desgraciadamente hemos llegado a eso. Antes podíamos tomar un bus a la 1:00 a.m., y hasta podías dormir en él sin temor a que pasara algo”, afirmó.

Sin miedo
“Lo que le falta a la nueva generación para salir adelante y emprender es poner los pies sobre la tierra y no estar pensando solamente en lo que nos va a dejar el abuelo o papá, tienen que arriesgarse a trabajar por lo que quieren”, recomendó a los más jóvenes.

Para finalizar, el italiano con corazón de panameño, resaltó que aunque la tecnología es un gran aliado, a veces hay que dejarla de lado y prestar más atención.

GINA ARIAS RIVERA
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