La respuesta debe ser inmediata

Con la pandemia en el primer orden de prioridades, otro asunto nos obliga como sociedad a ejercer presión e imponer a los responsables de la niñez y juventud que viven bajo la tutela del Estado a tomar acciones para salvar de los albergues del terror a las víctimas de la violencia institucionalizada.

Cerrar  centros donde los abusos están confirmados y monitorear  otros, en los cuales  se encuentren irregularidades es una emergencia que no admite retrasos. El traslado y  atención menores, y la investigación criminal, deben atenderse con prontitud. 

mario lara
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