Piscinas, bodas y el gen antisocial
06 de abril de 2020
Es nefasta aquella diversión teñida de desobediencia civil y de pretextos.
El tejido social, muy debilitado en tiempos de calamidades, se descompone con hechos suscitados recientemente, donde sus protagonistas, filmándose y difundiendo la insubordinación (signo de perversión) mostraron lo poco que les importa la preservación de la vida humana.
Estos comportamientos no se corrigen con multas (que sí, son necesarias), pues en estos individuos está arraigado un gen que despierta la conducta antisocial. El Covid-19 se aprovecha de esto.
mario lara
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